Últimamente me han preguntado mucho sobre cómo se siente el haber jugado en el PGA Tour durante 20 años. Vivo como un año de perro desde que me convertí en profesional en 1996, así que son 140 años. Se siente como 140, pero también se siente como cinco. Es increíble lo rápido que ha pasado, pero también lo lento. Sé que es una contradicción, pero eso es lo que se siente.
Hay varias cosas a destacar. En primer lugar, tenéis que volver a mi primera victoria en un major, el Masters de 1997. De la manera en que lo hice, ganando por 12 golpes, fue muy especial. Y luego gané cuatro grandes consecutivos consiguiendo el Grand Slam, algo que ningún jugador de golf profesional ha hecho nunca. En tercer lugar, probablemente sería mi racha de 142 torneos consecutivos sin fallar un corte. Manteniendo la consistencia durante un largo periodo de tiempo … hay muchas cosas detrás de eso. Tienes días malos, tienes semanas malas, pero luchar y aguntar y hacerlo, estoy muy orgulloso por ello.
Creo que el cambio más grande en el PGA Tour desde cuando empecé a jugar es el nivel de atención en el día a día que se le da al cuerpo. Ahora, tenemos entrenadores y psicólogos deportivos que viajan con nosotros. La tecnología también ha cambiado dramáticamente.
Tuve una conversación el otro día con algunos de mis amigos que juegan al golf. Son un poco más jovenes que yo, pero se sorprenden sobre como la tecnología ha cambiado. Si echamos la vista atrás a la generación de Arnold Palmer, Jack Nicklaus y Gary Player. Cuando estaban en su mejor momento y en el final de sus carreras, la tecnología nunca cambió a excepción de la pelota de golf. Esa fue la realidad. Ahora, algunas empresas están pidiendo a los chicos cambiar el equipo dos veces al año.
En cuanto a 2015, fue un año duro físicamente y tomó un peaje en mi cuerpo. Me costó encajar las piezas para que el cambio de swing encajase, fue muy diícil a comienzos del año. Tampoco pude jugar durante mucho tiempo debido a las lesiones. Fue especial volver a jugar en el Augusta National y quedar en el decimoséptimo puesto.
El no tener continuidad a lo largo del año fue frustrante debido a las lesiones. Y es que he tenido dos cirugías de espalda, así que ha sido como montar en una montaña rusa todo el año, teniendo bajos momentos así como también algunos momentos álgidos.
Lo que quiero este 2016 es volver a jugar a golf y me gustaría hacerlo sin dolor de manera continuada. Algo que no parece nada sencillo, echando la vista atrás.
Con suerte, voy a ser capaz de jugar para entrar en el equipo de la Ryder Cup. De cualquier manera, estoy emocionado por haber sido nombrado vicecapitán. Será nuevo, divertido y especial. Que Davis me nombre y confié en mí es muy especial. Si uno mira hacia atrás a cuando jugamos juntos en 1999 en Brookline, no creo que ninguno de nosotros hubiera previsto esto.
Pero aquí estamos en roles de liderazgo. Ojalá pueda jugar y no sólo estar detrás de la cuerda viendo jugar. Todos los que han sido parte de cualquiera de los equipos a lo largo de los años, una vez que lo han experimentado, quieren volver a ser parte del equipo. Es realmente difícil de describir cuál es la sensación que recorre por tu cuerpo a no ser hayas estado en alguna de las salas donde se reúne el equipo.
Mis amigos me siguen preguntando cómo me siento a unos días de cumplir 40 años y les digo: “Depende de cuando me preguntes.” Mentalmente, las personas que me conocen saben que soy como un niño de cinco años. Físicamente, a veces me siento viejo y, otras veces me siento como un adolescente. Me gustaría estar en algún lugar donde sentirme con 40 años.
Lo que más me gusta y aprecio sobre la práctica del golf es la lucha interna. El hecho de que la pelota no se mueve; esta sólo mirando y riéndose de ti. Tienes que hacer que se mueva 400 yardas en digamos cuatro tiros, y eso para mí es sin duda una de las luchas mentales más duras que hay en el deporte. Hay deportes que exigen fisicamente más, obviamente, pero la tarea mental del golf es tan difícil. Se trata básicamente de una partida de ajedrez física.
Estoy muy entusiasmado con las buenas críticas que mi nuevo restaurante – The Woods Júpiter – ha recibido. Estoy probablemente allí seis veces a la semana y la gente realmente parece disfrutar.
Quiero ir a ver la nueva película de ‘Star Wars:The Force Awakens’. Yo era un friki de la pelicula, de hecho tenia un poster en mi habitación. A mis hijos también les encanta.
También me gustaría expresar mi gratitud a los mejores fans del mundo. Sin vuestro apoyo, este viaje sería imposible. ¿Dónde me veo a mí mismo en los próximos cinco o diez años? Todavía estaré jugando al golf al más alto nivel, ganando majors y campeonatos.
Felices fiestas y os deseo lo mejor en 2016.
Tiger Woods