Las reflexiones de Diego

El golf asíatico una realidad inesperada

Señores el mundo es muy grande y España y el viejo continente europeo donde algunos se piensan que somos los más punteros y los más importantes se está quedando a la zaga y no estaría demás que ellos se dieran cuenta de esto. Porque más pronto que tarde los países asiáticos nos adelantarán por la derecha, sino lo han hecho ya, y después nos preguntaremos cómo ha pasado.

Y habrá pasado porque mientras nosotros nos quejamos de nuestros pequeños problemas diarios, esta gente está trabajando constantemente y sobre todo tienen ese hambre y esa necesidad que les motiva a mejorar y querer ser mejores, a no conformarse con la que tienen.

Aunque tampoco hay que ser pesimista puesto que nuestros padres y abuelos nos dotaron con un buen sistema público y social del que nos hemos podido beneficiar y contamos con grandes infraestructuras, industria y capital humano de calidad.

Tampoco podemos olvidarnos que los habitantes del continente europeo están disminuyendo y envejeciéndose, mientras en Asía son muchos más habitantes y tienen unos indices de natalidad mucho mayores. Las grandes ciudades no están en Europa ni mucho menos, las grandes ciudades, con sus rascacielos y sus millones de habitantes están a la otra punta del mundo.

Pues bien, todo esto lo he dicho para decir que el nivel golfístico de Asía es muy elevado y en cuanto los jugadores estén dispuestos a saltar el charco y abandonar las “comodidades” de su casa, más de un golfista europeo o americano verá como sus ingresos disminuirán. Es una realidad indiscutible desde mi punto de vista y lo que hará es enriquecer el juego y esperemos que expandirlo.

No me extrañaría nada que en los próximos años un golfista de esta región del mundo levantase por segunda vez en su historia uno de los cuatro majors, el primero fue Yang Yong-eun de Corea del Sur. Por ahora, el que más papeletas tiene para ello según los últimos resultados es Hideki Matsuyama, golfista japones de 25 años y que ocupa la quinta plaza del ranking mundial.

Por cierto, es increíble ver como los profesionales se agarran al campo, no sé como lo hacen pero se agarran con uñas y dientes y se dejan hasta el último aliento y energía en cada golpe, me encanta esa actitud. Pero sobretodo es que creen que pueden hacerlo, es curioso ver como sacan un par de un lugar inhóspito cuando yo o un jugador amateur ya hemos firmado el bogey en nuestra cabeza, en la de ellos esto no existe y si tienen que salvar el par tras haber hecho una salida espantosa, un segundo y tercer golpe malo te lo sacan.

Para acabar me gustaría decir que da gusto ver como en Corea del Sur el golf es un deporte tan expandido y creciente, cuando en los países occidentales nuestro querido deporte está perdiendo aficionados y adeptos. De hecho, en un campo filipino que acogía un torneo de profesionales pudimos ver a un grupo numerosos de coreanos disfrutando del golf en esta parte del mundo que goza de buen clima. Es decir, no les tiembla el pulso para coger un avión e irse de vacaciones a jugar a golf.

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