Las reflexiones de Diego, Noticias

Las dificultades de ser un profesional de golf

El 2017 ha sido un año plagado de éxitos y celebraciones para el golf español, con la victoria de Sergio García en el Masters de Augusta y la irrupción de Jon Rahm como hechos más relevantes. De esta manera, parece que el profesionalismo sea un camino de rosas sin ninguna traba y dificultad, pero esto no es nada más que un espejismo.

Ya que la mayoría de profesionales no tienen a un espónsor detrás que les costee todos los gastos, con la tranquilidad que eso supone, una persona que le organice todo o un jet privado o viajes en business class. Que al fin y al cabo son unas facilidades que tienen muchos de los jugadores que vemos en nuestras pantallas.

Y ese hecho nos lleva a confusiones sobre el estilo de vida de los profesionales de golf y hace que mucha gente quiera estar ahí. Sin saber realmente como es el quehacer diario de un golfista profesional que no esté en los primeros puestos del ranking mundial, que son la mayoría.

Pues bien, la realidad que he podido vivir de primera mano es la siguiente:

Como profesional te estás jugando el pan en cada golpe que das, tienes rivales que tienen tanta o más hambre que tu y que tienen una familia a la que alimentar y dar una mejor vida. Además, la vida de un profesional no es larga, a pesar de que en el golf se puede alargar muchos más años que en el fútbol por ejemplo, y puede ocurrir cualquier lesión que puede desbaratar tus planes. Y efectivamente, eres un autónomo, así que tienes toda la presión en tus espaldas.

Evidentemente nosotros estamos en casa sentados en la comodidad de nuestro sofá viendo durante cuatro horas la retransmisión del torneo y viendo un golpe bueno tras otro. Sin embargo, la vida del profesional y la de la gente que tiene a su alrededor es la de que están muchas semanas fuera de casa, teniendo que aguantar jetlags y horas interminables en el avión y después te toca esperar más hasta llegar al hotel.

Además, antes has tenido que organizarlo todo: buscar hoteles, el mejor transporte, vuelos, etc. Por supuesto cuando estas en casa te toca entrenar largas horas en el campo de golf, en el gimnasio y trabajar con el psicólogo, todo ello sin ingresar dinero, más bien tienes gastos. Como pueden imaginar todo esto supone un gran desgaste mental.

Y por fin, llegas al lugar donde se va a celebrar el certamen, pero los quebraderos de cabeza no han acabado para nada, ya que tienes por ejemplo que habituarte a algo tan sencillo como una nueva comida o dormir en una cama diferente.

Una vez en el torneo hay que tener en cuenta que a lo mejor te toca jugar a las 6:30 de la mañana, lo que implica que te tengas que levantar a las 3:30 o 4 porque claro hay que calentar, estirar, desayunar, desplazarte al campo de golf y clarificar ideas para llegar sereno a la competición. Y al terminar a lo mejor vuelves a la cancha de prácticas a pulir algunos detalles.

Es decir, que lo que en la televisión son 4 horas en la vida de un golfísta profesional se puede alargar a 10 horas intensas y les puedo asegurar que se puede hacer pesado, ya que no llegas después a tu casa con tu familia o te vas a tomar una cerveza con tus amigos. Sino que llegas a la soledad de tu hotel, pudiendo haber hecho un mal resultado encima y sin una rutina predeterminada.

Obviamente también hay muchas cosas positivas, pero hoy he querido sacar a la luz una verdad que muchas veces queda oculta.

Desde aquí aprovecho para mandar un abrazo y mis ánimos para estos héroes que buscan hacerse un hueco en el grupo de Sergio García y compañía.

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