El gobierno brasileño intenta que el nuevo campo de golf construido para los Juegos Olímpicos de Río 2016 sirva para que este deporte deje de ser “elitista” y pueda ser practicado por más gente, informaron esta semana.
En la rueda de prensa que se realizó después del torneo de prueba en el campo de diseñado por el estadounidense Gil Hanse, el ministro de Deportes de Brasil, George Hilton, afirmó que la intención del Ejecutivo es que las escuelas públicas puedan utilizar el campo de golf para que los alumnos se acerquen a este deporte. “Haremos un trabajo con las escuelas para que el golf deje de ser un deporte elitista y comience a popularizarse en el país”, dijo Hilton.
El ministro calificó el campo de golf como un “regalo” para Brasil y como un “gran legado” ambiental, debido a que ha contribuido para “revitalizar” el ecosistema de su entorno.
La construcción del campo de golf ocasionó una gran polémica con organizaciones medioambientales y ecologistas porque el campo se sitúa en el Parque Natural de Marapendi, una zona protegida, aunque el ayuntamiento local considera que era una zona “degradada”.