Una triste noticia se vivió el pasado viernes en la segunda jornada del Honda Classic, jornada en la que Jason Bohn tuvo que ser hospitalizado debido a un infarto leve tras completar su vuelta.
Después de ser atendido por un doctor en el PGA National, Bohn fue trasladado en ambulancia al Palm Beach Gardens Medical Center. Allí los médicos determinaron que la situación del norteamericano era mucho más grave de lo que pensaban en un principio.
De hecho, Bohn afirmó esta semana en la emisora SiriusXM PGA Tour Radio que de no haber acudido al hospital su vida se hubiera puesto en grave peligro. “Lo peor es que yo ni siquiera sabía que estaba sufriendo un ataque al corazón. Nunca pensé que a los 42 años pudiera ocurrirme algo así”, dijo Bohn. “La vida me ha dado un mulligan. Y como sabemos, el segundo tiro siempre es mejor que el primero”.
El profesional tenía un bloqueo del 99% de la arteria interventricular anterior, un tipo de daño que los cardiólogos llaman “fabricante de viudas” debido a la alta tasa de mortalidad que produce. “Todos los médicos me han dicho que de haberme desmayado en el campo no habrían tenido el tiempo para administrarme los anticoagulantes que necesitaba y ponerme el stentcoronario (tubo que se coloca dentro de una arteria o vaso sanguíneo con el fin de que circule la sangre de forma más rápida)”, aseguró el dos veces ganador del PGA Tour. Y cerró diciendo “Siento que esto me ha hecho más fuerte”.