El británico nacido en Johannesburgo (Sudáfrica) hace 36 años se enfundó ayer la medalla de oro olímpica algo que no ocurría desde hace 112 años, que como saben fue la última vez que se había disputado el golf en una cita olímpica. Para ello tuvo que deshacer de Henrik Stenson, quien hoy por hoy pasa por ser el jugador más en forma del planeta.
De hecho, la diferencia como ya bien sabrán tan solo fue de dos golpes y porque Rose hizo birdie en el hoyo 18 (par 5), pero el duelo no se supo de que lado iba a caer hasta el último segundo. Seguramente esto unido a las características del evento, un torneo donde representas a tu país, hizo que el inglés pronunciase estas palabras:
“Siento que el haber ganado aquí es mejor que cualquiera de los otros torneos que he ganado (y eso que tiene un major). Esto es tan especial. La cantidad de aficionados que hubo hoy ha sido impresionante” dijo Rose. “La semana al completo ha sido muy especial, representar a la delegación británica te hace sentir que todo esto es más grande que tu deporte individual”, prosiguió.
También tuvo palabras positivas acerca de la inclusión del golf como deporte olímpico, Henrik Stenson, flamante subcampeón del torneo: “Es verdad que yo no vi a mis ídolos jugar unas Olimpiadas, pero ya no será nunca más así porque jóvenes de todo el planeta nos han visto luchar por las medallas. Ellos querrán estar aquí en los próximos años”, sentenció el sueco.
También pudimos escuchar las palabras del tercer jugador en completar el podio, Matt Kuchar: “Puedo decir con toda seguridad que jamás he estado tan contento de terminar entre los tres primeros en un torneo. Es un orgullo que hace que mi pecho salga hacía afuera”, expresó Kuchar.