Se cree que las primeras bolas de golf se hicieron de buxus, que es un género de plantas pertenecientes a la familia de las Buxáceas, conocido vulgarmente como boj, con lo que pueden imaginar cómo podían funcionar aquellas bolas.
Más tarde, en el siglo 17 apareció una innovación y se empezaron a hacer con plumas. En realidad consistía en una pelota cubierta por cuero y que dentro tenía plumas de ganso o de pollo, llegando a pesar unos 21 gramos, más o menos la mitad de lo que pesa una bola en la actualidad.
Se sabe que los más pegadores podrían llegar a enviar la bola a unos 180 metros de distancia. Una bola en la que las plumas se hervían para que después fuesen más maleables a la hora de ponerlas dentro de la cubierta, la cual se cosía, y una vez se empezaban a secar las plumas estas se expandían y contraían la bola. Finalmente se martilleaba la bola para darle forma redonda y se pintaba para que no le afectasen los elementos.
Se estima que este tipo de bolas costaba unas 12 veces más que una bola de madera, ya que un artesano solo podía producir cuatro de ellas al día en el mejor de los casos. Todo esto junto a la duración de las bolas hacía complicado la introducción del golf en el gran público, así que era necesario una nueva evolución.
Más tarde a mediados del siglo 19 fue cuando apareció la bola hecha con un material llamado gutta percha que provenía de la salvia de un árbol de las selvas de Malasia. Estas nuevas bolas eran más redondas que las anteriores. Sin embargo al no tener marcas en su superficie, el viento les afectaba en gran manera, pero más adelante se dan cuanta que esta bola vuela mejor cuando más gastada está y comienzan a hacerla con dibujos y rayas.
Luego a finales del siglo 19 surgió la bola Haskell, creada por unos trabajadores de una compañía de ruedas para coches. Estos dos hombres idearon una bola con filamentos de goma enrollados y recubierta exteriormente de gutta percha. El retoque final fue colocar una cubierta de balata.
Ya después de la Haskell vino la bola que conocemos y jugamos en la actualidad, así que ya ven que la bola de golf ha sufrido un gran número de cambios relevantes hasta llegar a nuestros días.