Buenas amigos,
Todavía no ha pasado ni un mes desde que dejásemos atrás el 2017, un año plagado de éxitos para el golf español, tanto en el apartado masculino como en el femenino, todo gracias al nivel mostrado por jugadores como Sergio García, Jon Rahm, Rafa Cabrera, Adrián Otaegui, Carlota Ciganda, Álvaro Quirós, Miguel Ángel Jiménez y algunos que otros más que se dejaron ver, que les vamos a contar ahora que ustedes no supieran ya de lo sumado por nuestro golf en pasado año por todo el globo.
Pues poco después de este año tan bueno para nuestro deporte la Real Federación Española de Golf ha publicado en su página web en balance que ha dejado dicho año en el tema de los licenciados al deporte de los catorce palos o lo que es lo mismo, el número de personas que están afiliadas a la federación nacional y que se les permite practicar el golf cuando deseen y donde les venga en gana a lo largo de los 365 días que tiene el año.
Por desgracia por octavo año consecutivo el número de licencias ha vuelto a bajar, en concreto 1.401 federados menos que hace doce meses, siendo ahora la cifra total de golfistas en España de 272.084 jugadores y jugadoras. Es una auténtica pena que nuestro deporte esté bajando en picado desde el año 2011. Pero a pesar de que haya sido una año más de bajada en las licencias a mi se me ha venido una pregunta a la cabeza tras ver esta nueva bajada.
Y esa pregunta es la siguiente, si el 2017 fue tan exitoso para los profesionales españoles ¿Por qué se han vuelto a perder licencias? Lo lógico, lo que reconozco que yo también creía, es pensar que tantos títulos para nuestros jugadores nacionales significa más visibilidad y por lo tanto más gente que se interesará por el golf. Pero en cambio lo vivido por nuestro golf en 2017 no ha servido para paliar esta sangrante situación que nos tiene en velo a los golfistas de hoy.
Porque yo pensaba “La victoria de X o de Y ayuda a que la gente se interese por el golf y a que suban las licencias“. Pensando que hablar de los golfistas en los medios de comunicación nacionales beneficiará al golf, la realidad es que no ha servido para nada y eso que seguramente muchos catalogarán al 2017 como al mejor año en la historia del golf español, así que no hay excusa de que hubieron años mejores.
Así que si hasta hoy pensaban que todos esos títulos importaban a los no golfistas, se equivocan. La gran mayoría de gente, por no decir todo el mundo, que no juegue ni haya probado el golf, no le importa lo más mínimo si ha ganado Jon Rahm, Sergio García, Dustin Johnson y Lady Gaga. Quieren deportes o actividades que impliquen poco tiempo, que sea más económica o que cause un mayor impacto en su estado/apariencia física.
En este artículo no voy a hablar sobre posibles medidas que se podrían adoptar o por lo menos probar, para que el golf sea un deporte de futuro, ya que en la actualidad está destinado a la desaparición, no en diez o veinte años, en muchos más, pero si esto sigue así mal acabará el deporte que más nos apasiona a los que lo practicamos. Pero, no piensen que porque los españoles ganen mucho esto cambiará, las acciones son otras las que habrá que llevar a cabo para mejorar lo que ya tenemos.
Un saludo y hasta la próxima