Rory McIlroy, número 3 del mundo, lleva ya un año sin ganar en el PGA TOUR, demasiado tiempo para un jugador del calibre del europeo. Pero claro, hay que tener en cuenta que de por medio Rory tuvo una lesión en su tobillo y que el dueto formado por Jason Day y Jordan Spieth explotaron en verano, ganando una gran cantidad de torneos.
Con todo el norirlandés vuelve a jugar el Wells Fargo Championship, un torneo y un campo, el Quail Hollow, que le viene como anillo al dedo, y es que lleva ya dos victorias y un play-off perdido, ahí es nada. Y es que su media de golpes aquí es de 69,31 golpes en 22 rondas que ha jugado, haciendo el par o menos en 15 de ellas. Recordemos que en Quail Hollow se jugará el PGA Championship el próximo año y la Presidents Cup en 2021.
“Siento como si esta es mi mejor oportunidad para conseguir mi primera victoria (pensando en el último año)”, dijo McIlroy. “Creo que el campo de golf encaja a la perfección con mi juego. Es un campo justo. Si le pegas bien, serás recompensado. Si no lo haces bien, vas a tener que luchar para salvar el par“.
“Cuando salgo a jugar en este campo, siento que tengo que jugar muy mal para no terminar con un buen resultado. Siento como si sé que tengo que hacer y me siento cómodo y espero que siga así la cosa durante esta semana“.
Por lo que respecta a su juego, ha declarado que ha estado trabajando duro en su swing para intentar estar lo más cómodo posible y encontrar aquello que ha estado buscado y parece que está yendo por el camino adecuado según sus propias palabras en la rueda de prensa previa a la disputa del torneo.