Por fin, en unos días comenzará el segundo grande de la temporada, el US Open, y quien vuelve a estar en las quinielas para ganar en el grande de su país es Phil Mickelson, jugador que ha quedado seis veces segundo en este torneo y es el único major que se le resiste en su brillante carrera.
Este jueves el jugador formado en Arizona State, donde estudió psicología, tendrá la oportunidad de empezar a cimentar la consecución del “Grand Slam” en Oakmont Country Club, un campo que es designado como uno de los más difíciles de Estados Unidos, sino el más difícil. Tal es así que los jugadores ya han pronosticado que es esperan que los bogeys caigan fácil y que los resultados por encima del par sea la tónica dominante.
“Pienso que es el campo de golf más difícil en el que hemos jugado. En general, campos tan difíciles de tee a green te dan un respiro con greens más fáciles. Sin embargo aquí no es así todo es complicado de principio a fin”, dijo Mickelson en el FedEx St. Jude Classic, torneo donde terminó segundo y que se jugó la semana pasada.
El californiano se mostraba esperanzado: “La razón por la que me siento optimista es que Oakmont no me exige pegar mucho con el drive. Tengo que poner la pelota en juego en este campo, algo que puedo hacer con mayor efectividad cuando pego con el híbrido o con la madera-3″. Un jugador que también apuesta que el resultado del ganador estará por encima del par, en un campo que hasta el momento no se le ha dado bien en 1994 acabó en el puesto 47 y en el 2007 no consiguió pasar el corte.