Cuando hablamos de la Ryder Cup (nombre que viene de su fundador Samuel Ryder), estamos haciéndolo respecto de uno de los mayores eventos deportivos del mundo, ya sea por la especial característica del torneo, por su especial formato por equipos en un deporte individual como es el golf o porque es un “Europa ante Estados Unidos“. Sea como sea, la cosa es que la Ryder Cup se ha convertido en uno de los eventos más especial de todo el panorama golfístico y que atrae a gran cantidad de aficionados, un torneo que se diferencia de lo habitual, simplemente la Ryder.

Un torneo en el que los jugadores no reciben ningún tipo de ingreso por su participación y donde los ingresos recaudados se destinan principalmente a proyectos de caridad. Que mayor honor que representar a tu continente o tu país, o que aparezca tu nombre inscrito en la Ryder Cup, que es un torneo donde han desfilado superestrellas como Jack Nicklaus, Seve Ballesteros, Tiger Woods, Nick Faldo, Phil Mickelson, Sergio García, Rory McIlroy, Arnold Palmer y así un largo etcétera. Y es que esta competición tiene un aura especial, algo inexplicable, algo mágico para jugadores y aficionados.

Hubo un momento en que la salud de la Ryder se vio en peligro, fue un momento en que el dominio de U.S.A ante Reino Unido era apabullante, así que los británicos decidieron abrir las puertas para que primero jugadores provenientes de Irlanda y ya en 1979 jugadores provenientes de la Europa continental pudieran formar parte del equipo, siempre estaremos en deuda con aquellas personas que tuvieron el valor de tomar esa acertada decisión, ya que desde ese momento la competición no ha parado de crecer.

El torneo surgió, aunque parezca mentira, a mediados de la década de 1920 con una ronda de golf y sándwiches en el conocido campo de Wentworth en Inglaterra, un campo que acoge actualmente el BMW PGA Championship, torneo que reúne cada año a los mejores jugadores europeos. Uno de los que más hizo por este prestigioso torneo fue el empresario Samuel Ryder que donó el trofeo y puso un gran esfuerzo personal, y eso que Samuel empezó a jugar al golf con 50 años, antes jugaba a cricket.

Sin embargo, no todo se lo debemos al filántropo y caritativo ingles, que fue uno de los ocho hijos que tuvieron su padre-jardinero profesional- y su madre –modista-, a pesar de lo que mucha gente cree. Debido a que, sin la participación de los americanos Sylvanus P. Jermain, Walter Ross y James Harnett, director de la revista Golf Illustrated y la oposición del por entonces presidente de la PGA americana, John Mackie, la historia hubiera sido muy distinta.

Para acabar, el trofeo fue moldeado por la joyería londinense “Jeweller Mappin & Webb” y presentado por primera vez en Massachusetts en 1927,  fue dado a conocer al público como un match de exhibición. Además, la silueta del trofeo corresponde a Abe Mitchell, que fue un golfista profesional británico y amigo personal de Samuel. Y así es como surgió este apasionante torneo, sin embargo, este articulo solo ha sido el principio de la historia.