En el recorrido diseñado por Henry Fownes, como siempre recibe críticas (buenas o malas) sobre el diseño del octavo hoyo de Oakmont, ese mítico par tres que en ocasiones alcanza o incluso supera las 300 yardas de longitud, obligando a muchos jugadores a pegar el drive en dicho hoyo.
En la última edición que se disputó aquí en 2007 el hoyo llegó a tener 300 yardas y la USGA ha comunicado que este año la distancia del hoyo será similar o superior, “Si uno revisa históricamente, la intención de Henry Fownes es que los jugadores salieran con el driver o con una madera 3 desde el tee del hoyo 8″, dijo Mike Davis, director ejecutivo de la USGA. “El green de ese hoyo es uno de los más grandes y planos del campo, así que eso compensa en parte la larga distancia que se debe hacer con el tiro de salida”.
Aunque Davies reconoce la dificultad del par tres, “Es un hoyo complicado, no hay duda. Pero los golfistas pueden pegar un golpe de 250 o 260 yardas y la bola rodará desde la calle hasta el green“, acabó diciendo el directivo de la USGA.
En 2007 dicho hoyo tuvo una media de 3.452 durante la semana del US Open, siendo el quinto hoyo más complicado del torneo. Y tan solo el 26.7% de los jugadores aquel año conseguía cazar el green desde la salida.