Cuando se ve un resultado de estas características se pasan por la cabeza una gran cantidad de pensamientos, por ejemplo te hace ver que el golf es un deporte muy complicado. En 2013 Maurice Allen de Estados Unidos firmó rondas de 100 y 115 golpes en el Dominican Republic Open, resultados más altos del circuito.
Pues bien, en el día de ayer el mexicano Ernesto Vargas nos hizo pensar en ello otra vez en la primera ronda de la Q-School de mitad de temporada del PGA TOUR Latinoamérica. Este jugador firmó una ronda de 107 golpes (+35) TPC Eagle Trace de Florida, no pudiendo hacer un solo par o mejor.
De hecho su tarjeta incluyó 10 bogeys, tres doble-bogeys, dos triple-bogeys, dos cuádruple-bogeys y un quíntuple bogey, pero ni un solo resultado de doble dígito. El viento hizo acto de presencia y tan solo nueve golfistas de 81 terminaron por debajo del par, aunque el siguiente clasificado hizo 89 golpes (+17).
Después de este estrepitoso resultado el mexicano ha dicho adiós a la lucha por acabar entre los treinta primeros y empatados que conseguirán estatus condicional para los torneos de la segunda mitad de la temporada. Quienes seguro estarán en la lucha son el panameño Omar Tejeira que hizo la mejor ronda del día con 66 golpes (-6), dos golpes menos que Jeff Wells, James Smith y Hunter Zetsche (68, -4).