El canario, que ha vuelto de Estados Unidos tras jugar en Augusta, sólo ha podido jugar la primera vuelta de Valderrama y ha recorrido andando la segunda, desde que volviese a su país. Rafa pasa por ser ahora mismo uno de los jugadores más en forma del planeta, sin embargo, estar una y otra vez arriba es harto complicado.
“El campo está muy bien, bastante difícil, toca seguir sufriendo. Creía que viniendo de Augusta igual el campo no me parecía tan exigente, pero qué va. Augusta desde el tee es más benévolo, aquí las calles son muy estrechas y si la fallas, es muy difícil ir a green”.
El español ha dicho que el haber jugado su primer Grande, el Masters de Augusta, le ha resultado agotador mentalmente y que, por tanto, aclimatarse a un campo como Valderrama que “te atrapa y puede ser catastrófico” no va a ser nada fácil, aunque haya tenido tres días para hacerlo.
El español se ha mostrado cauto a la hora de hablar sobre la difícil decisión de dar el salto al circuito americano y compaginar ambos circuitos, el europeo y el PGA TOUR. “A día de hoy no me planteo cambiar de circuito, me gustaría jugar los dos a vez pero no me quiero precipitar. De momento voy a esperar a final de temporada para decidir. Mi idea es jugar el Circuito Europeo y complementarlo con el estadounidense, no al revés”.
Al contrario que con los en los Juegos Olímpicos, por la sencilla razón de que el golf no estaba incluido en elenco de deportes de dicho certamen, Rafa ha dicho que ha soñado jugar la Ryder Cup desde que era un niño, “tanto Sergio como Chema (Olazábal) o Miguel Ángel me han contado muchas cosas, por ejemplo, la presión que se siente con el público y es algo que me encantaría vivir”.
Por último, también ha tenido palabras sobre el Open de España, recordando que ha ganado el campeonato de España en todas las categorías como amateur, sin lugar a dudas ya apuntaba maneras desde joven. “Siempre se dice que el Open de tu país es como el quinto Grande para un jugador. Tengo un cariño especial por este torneo” dijo Rafa.