Antes de empezar, me voy a presentar brevemente. Soy el titular de la web “Mi Blog de Golf”, en la que llevo escribiendo desde el verano de 2012. Durante este tiempo, he acumulado casi 1300 entradas sobre diferentes temas como técnica, material, reglas, etc. Esta semana, “Noticias Golf” y yo hemos llegado a un acuerdo por el que publicaré las entradas de mi blog en su web. Ya avanzo que algunos de mis artículos no son precisamente ortodoxos, por lo que es posible que haya personas a las que no les guste. Podéis seguirme en Twitter (@MyGolfTweet), Facebook (miblogdegolf.com) y en mi web.
Seguro que a más de uno le sorprenderá el título de este post ya que Sherlock Holmes y Mowgli no son para nada personajes relacionados con el golf. En cambio, no sucede lo mismo con los autores de ambas obras, Sir Arthur Conan Doyle y Rudyard Kipling. Efectivamente, se sabe con certeza que Sir Arthur era un enamorado del deporte. Además de ser un ávido jugador de golf, el fútbol o el cricket eran otras de sus actividades favoritas. En lo referente a nuestro afición preferida, se sabe que Conan Doyle fue uno de los fundadores (1903) y primer presidente (1905) del Hindhead Golf Club, un recorrido ubicado en el sur de Inglaterra.
El famoso escritor escocés, durante el backswing
Posteriormente, debido a un cambio de domicilio, fue elegido capitán de campo del Crowborough Beacon Golf Club en 1910. Ya en 1914, viajó hasta el Parque Nacional Jasper de Canadá para encontrarse con su amigo Maynard Rogers, que había sido nombrado responsable del lugar. Se dice que fue durante dicha estancia cuando proyectó un campo de golf en dicho parque que nunca se llegó a construir.
Artículo del The Granby Leader-Mail de 31 de julio de 1914 en el que se informa de la estancia del escritor.
Conan Doyle, planificando el campo con Rogers en Jasper
En cambio, Kipling no tenía casi relación con el golf. Fue durante la estancia de Rudyard en Brattleboro (Vermont) cuando nació su interés por este deporte. Concretamente, fue a raíz de la visita de Conan Doyle un 23 de noviembre de 1894, momento en que Sir Arthur decidió quedarse durante dos días en su casa……llevando con él sus palos de golf. Durante esas 48 horas, sometió a Kipling a un cursillo intensivo sobre el swing, lo que permitió al escritor de origen indio practicar más adelante junto al pastor protestante de la localidad. En fin, esta es la historia del encuentro de dos grandes maestros de la literatura, con el golf como elemento común 😉