Hace unas semanas la empresa norteamericana Nike sorprendió a más de uno al tomar la decisión de dejar de fabricar palos de golf para centrarse en la ropa deportiva. Todo esto según las declaraciones del presidente, Trevor Howards, iba encaminado a ser más innovadores y ser el líder indiscutible en moda y calzado de golf, sin dejar de asociarse con los mejores jugadores del mundo.
Sin embargo, según Bill Wilson, periodista de la BBC, parece que la principal razón no es la argumentada por Howards. Y es que Wilson expone que mientras que el golf se está expandiendo en número de jugadores por todo el mundo, sobretodo en Asia, en Estados Unidos están viviendo un fenómeno adverso. Según los datos que ha podido recabar, en 2005 habían 30 millones de aficionados en el país norteamericano, mientras que actualmente apenas llegan a 24 millones.
Y claro, esos números hace que la competencia entre los fabricantes sea cada vez más feroz. Es decir, que las expectativas de crecimiento de Nike no son tan atractivas como en otros sectores como el baloncesto o el atletismo, más cuando tienen que enfrentarse a competidores que focalizan todas sus energías en el golf, como por ejemplo pasa con Titleist.
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