Este año ha supuesto el retorno de Tiger Woods al máximo nivel algo que dista con la realidad que se vivió el año pasado, donde el estadounidense acudió a la tradicional Cena de Campeones del Masters de Augusta el martes por la noche y por aquel entonces no estaba en condiciones de poder hacer un buen swing.
Eso supuso el segundo año consecutivo que no jugaba el primer grande del año por el dolor que tenía en su espalda y su pierna. El ganador de catorce grandes reconoció que el estar presente en la cena con los otros comensales no se le hizo fácil, ya que hablaban de las ganas y la emoción que tenían por jugar el torneo y él, que no estaba retirado, no podía”.
Este año volverá a acudir a la cena, cuyo menú elige Sergio García, pero está vez podrá jugar: “Estoy teniendo una segunda oportunidad en la vida”. Ahora el ganador en cuatro ocasiones de la codiciada chaqueta verde está “ansioso por jugar. Es el torneo mejor organizado del mundo. El campo, los patrones, la atmósfera… Es el paraíso de los golfistas”.
Finalmente, el californiano nos dejó con un mensaje que animará a más de un seguidor: “He estado mejor cada semana que he competido. Un poco más fresco, como si estuviera empezando a juntar las piezas”, explicó Tiger.